Desde enero, All Hands & Hearts (AH&H) ha estado sobre el terreno apoyando a las comunidades que se recuperan de los devastadores incendios forestales del condado de Los Ángeles, los más destructivos de la historia de California. Han pasado muchas cosas desde entonces y, junto con miembros de la comunidad, socios locales y voluntarios entregados, hemos ayudado a las familias a dar grandes pasos hacia la recuperación y los nuevos comienzos.
En este tiempo, hemos atendido a más de 21.000 personas en toda la región, cada una de ellas con una historia de fortaleza personal y resiliencia comunitaria que contar.
Despejar el aire
El humo que queda tras los incendios forestales puede incrustar toxinas de metales pesados, como el plomo, en paredes, suelos y materiales blandos, lo que supone un grave riesgo para la salud de las familias. En Altadena, donde muchos residentes son inquilinos o familias con bajos ingresos, los costes comerciales de saneamiento del humo, entre 6.000 y 10.000 dólares, estaban fuera de nuestro alcance. Junto con organizaciones asociadas -y aprovechando las lecciones aprendidas de nuestro trabajo de apoyo a la recuperación de los incendios forestales de Hawai- reparamos el humo en más de 180 viviendas familiares, eliminando los residuos tóxicos y ayudando a las familias a volver a vivir en espacios seguros y saludables.
Para Alyson, madre de dos hijos, la compra de su primera casa en Altadena fue el comienzo de algo hermoso. Estaba en camino de crear un espacio seguro donde sus hijos pudieran crecer rodeados de una comunidad vibrante y vecinos amables. Incluso habían planeado construir una segunda casa en la propiedad para sus padres, un sueño que se truncó cuando el incendio forestal arrasó su vecindario.
"La experiencia durante los incendios forestales fue realmente inimaginable", dijo Alyson. "La magnitud de lo que ocurrió esa noche, y las horas y días posteriores, fueron increíblemente traumatizantes".
Ella y su familia escaparon con sólo sus pertenencias más preciadas y documentos importantes, encontrando refugio temporal en la oficina de su marido a sólo 13 minutos de distancia, donde el humo todavía llenaba el aire. Durante meses, vivieron con maletas, dependiendo de todas las ayudas disponibles para lo básico, como agua potable y comida. A pesar de perder su casa e incluso el colegio de sus hijos, Alyson y su marido se centraron en mantenerlos a salvo, apoyados y sonrientes.
Hoy, la casa de Alyson es la última que nuestro equipo ha rehabilitado con humo en Los Ángeles. Mientras su familia espera poder regresar por primera vez desde enero, este avance es un punto de inflexión esperanzador. Gracias a la dedicación de nuestros equipos, la casa de Alyson está ahora un paso más cerca de darles la bienvenida.
"No hay suficientes palabras de gratitud que pueda extender", compartió Alyson. "Trabajar junto a All Hands & Hearts me ha devuelto definitivamente la fe en la bondad que tienen las personas".



Recuperación impulsada por la comunidad
Desde el principio, nos hemos asociado con organizaciones dirigidas por mujeres y por la comunidad para garantizar que los esfuerzos de recuperación reflejaran realmente las necesidades de las familias locales. A través de iniciativas como 24LA's Shop with Dignity, ayudamos a las familias a comprar los bienes donados de una manera basada en la elección, lo que permite a las personas necesitadas acceder a sus propios elementos esenciales con dignidad. Por su parte, nuestro Proyecto de Mobiliario y Artículos Blandos proporcionó ropa de cama, prendas de vestir y artículos básicos para el hogar a las familias que se recuperaban de los daños causados por el humo.


A través de colaboraciones con organizaciones de todo Los Ángeles, como NDLON, 24LA Relief Center, YMCA Pasadena Sierra Madre, CORE pop-up events and warehouse, Reach Out WorldWide (ROWW) y LA Dream Center, hemos apoyado la distribución de suministros esenciales a decenas de miles de residentes, garantizando que los supervivientes del incendio pudieran acceder a una ayuda digna y gratuita exactamente cuando más la necesitaban.
Ahora, seguimos apoyando el almacén de 24LA, que funciona como centro comunitario durante todo el año: sus "jornadas de compras" atienden a más de 400 residentes por evento. Hay una sala para que los niños jueguen mientras los padres compran artículos que siguen necesitando casi un año después de la catástrofe.
Apoyo a los jóvenes y recuperación emocional
Más allá de los impactos físicos del desastre se esconde la carga emocional del trauma y la pérdida, que a menudo se pasa por alto. AH&H ha dado prioridad al apoyo a las familias y a los jóvenes en la superación de estos retos, ayudando a aportar estabilidad y una sensación de normalidad. En colaboración con el Boys & Girls Club de Pasadena, seguimos apoyando la recuperación emocional de los niños de la zona que se enfrentaron a desplazamientos, traumas y trastornos en su vida cotidiana. Para muchos niños, el Club se convirtió en un lugar de refugio tras los incendios, un espacio en el que podían volver a conectar con sus amigos y participar en actividades para olvidarse de lo que estaba ocurriendo en casa.
"Medi cuenta de lo mucho que significaba para ellos tener un lugar familiar", explica Natalie, coordinadora asistencial del Club. "Un lugar donde pudieran ser niños y sentirse bien".

Mediante actividades estructuradas, apoyo académico y acceso a servicios de salud mental -incluido un profesional de salud mental a tiempo completo financiado por AH&H- el Club ha desempeñado un papel esencial para ayudar a los niños a curarse. AH&H también apoyó a los jóvenes mediante inscripciones y equipamiento para campamentos de verano, garantizando que los niños pudieran seguir aprendiendo, riendo y sintiéndose seguros, cuando su vida familiar estaba patas arriba.
Construir un futuro más seguro y preparado
Ahora que nuestras operaciones sobre el terreno llegan a su fin, seguimos comprometidos con la construcción de un condado de Los Ángeles más seguro y mejor preparado. El asesor de seguridad y protección de AH&H dirigió la formación en HAZMAT y recogida de muestras de amianto para dotar a los equipos locales de estas habilidades especializadas, garantizando que las comunidades puedan llevar a cabo la eliminación de humos de forma segura en el futuro, siempre que surja la necesidad.
Juntos hemos ayudado a las familias a recuperarse, hemos reforzado la capacidad local y hemos devuelto la esperanza a miles de personas. El camino hacia la recuperación continúa, pero la compasión y la resiliencia de las que hemos sido testigos en Los Ángeles dejarán un impacto duradero en los años venideros.






