En la iglesia católica de la Sagrada Familia de la ciudad de Gaza (en la foto de arriba), nuestro equipo entregó lonas, productos frescos y leche a la parroquia del padre Gabriel Romanelli, que sigue dando cobijo a 500 personas y ayuda a más de 7.000 familias con alimentos, agua y atención médica, incluso después de que la iglesia sufriera daños en un ataque a principios de año.
El invierno se acerca rápidamente a Gaza, y con él, las gélidas temperaturas que hacen aún más difícil la vida de las familias desplazadas que ya se enfrentan a inmensos desafíos.
Hemos intervenido con ayuda urgente.

Apoyo a los refugios
Sólo la semana pasada, más de 57.000 personas recibieron kits compuestos por lonas, cuerdas y cinta aislante. Estos materiales sencillos pero importantes marcan la diferencia para las familias a medida que bajan las temperaturas, para reparar las tiendas dañadas y reforzar sus refugios. Estos suministros llegaron a comunidades tanto del norte como del sur de Gaza, ofreciendo una capa adicional de protección contra el frío.
Entrega de alimentos frescos
Durante el fin de semana, más de 8.500 familias recibieron también leche y frutas y verduras frescas, como pimientos, aguacates, plátanos, limones, boniatos, zanahorias y coles. Desde el inicio de nuestra respuesta, miles de toneladas de productos nutritivos han llegado directamente a las manos de hogares vulnerables.
Con el apoyo de Chipre, UNOPS y sus socios a través del Plan Amalthea, nuestros envíos continúan moviéndose a través del Corredor Marítimo de Chipre, garantizando que la ayuda vital llegue a Gaza de forma segura y eficiente.
La semana que viene traeremos otros 45.000 kits de higiene, que se sumarán a los miles que ya hemos distribuido desde principios de octubre. Estamos tomando todas las medidas posibles para ayudar a proteger la salud y la dignidad de las familias en entornos de desplazamiento hacinados.
Marca la diferencia
Cada entrega, ya sea de alimentos, medicinas o material de refugio, ayuda a dar una sensación de seguridad, comodidad y esperanza a las familias que, tras el alto el fuego, regresan a sus hogares dañados o a tiendas improvisadas, enfrentadas a mercados vacíos y precios de los alimentos en alza.
Gracias por apoyar a Gaza en su momento de mayor necesidad.











