su mundo ha vuelto

Aransas Pass, Texas. Probablemente nunca hayas oído hablar de ella. Es un pequeño pueblo en la zona de Coastal Bend de Texas, al este de Corpus Christi. El 25 de agosto de 2017, este pequeño pueblo experimentaría rachas de viento de más de 130 mph, mientras el huracán Harvey asolaba el sur de Texas. Las casas y los negocios sufrieron graves daños estructurales, mientras que los árboles fueron derribados y las infraestructuras destruidas.

La casa de Linda O'Neal no fue una excepción. Un enorme árbol en su patio trasero cayó sobre la parte trasera de su casa, destruyendo su dormitorio y su lavadero, obligándola a trasladar todo a su salón.

All Hands and Hearts vinieron a reconstruir el dormitorio y el lavadero de Linda. A lo largo de varias semanas, grupos de voluntarios de todo el mundo se reunían con Linda y la ayudaban a encontrar la alegría y la normalidad en su vida.

"Me sentí como si todos ellos fueran mis hijos, y por supuesto los mayores que estaban aquí eran personas maravillosas. No puedo explicar cómo... significaban tanto para mí, era irreal".

Entramos en la habitación de atrás y en el lavadero, y ella me contó las cosas que había hecho y todas las que le quedaban por hacer a la habitación. Yo había visto el producto terminado, pero sólo había sido una cáscara vacía.

Ahora era un dormitorio habitado. Completamente normal, como debería ser. De pie, asimilándolo todo, Linda me habla de su nieta discapacitada y de la alegría y la normalidad que los voluntarios pudieron proporcionarle.

"Y por supuesto, mi nieta, fue la que tuvimos que recoger y poner en la cama. Ella quería volver aquí cuando llegó a casa la primera vez [después del huracán Harvey]. Y ella simplemente no aceptaba el hecho de que ese era nuestro dormitorio, en ese momento, en la sala de estar."

Linda siguió hablándome de su nieta. Nunca mencionó lo duros que habían sido los últimos seis meses para ella o su familia, sino que prefirió contarme sólo los momentos felices.

"Así que el otro día, cuando ella [mi nieta] llegó aquí, ya teníamos la cama aquí [el dormitorio], por fin. Así que le dijimos: 'Vamos a la cama'. Se quedó parada y dijo: "Vale, ¿dónde está?". Así que le dijimos que estaba en el dormitorio, vamos. Y ella empezó a reírse todo el camino hasta aquí. Caminó alrededor de la cama, como se supone que debe hacer, y se subió a la cama, como se supone que debe hacer, riéndose .... Es como si su mundo volviera. Es tan lindo".

Su mundo había vuelto a la normalidad. Como debería ser.

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Crédito de la foto y la historia: Anne Plummer para All Hands and Hearts

Aransas Pass, TX, Estados Unidos